Ante vosotros, una de las figuras más difíciles a la que un
pintor de miniaturas se puede enfrentar. Con más de un palmo de alto, cerca de
100 piezas y un diseño endemoniado, este hijo descarriado del Emperador es un verdadero
reto, o al menos para mí lo ha sido. En cualquier caso es un personaje tan icónico,
que vale la pena el esfuerzo. Espero que os guste el resultado.
6 Comentarios
genial :)
ResponderEliminarGracias!
Eliminar¡Brutal! Me encantan los colores que has escogido para esas alas (¿de polilla?). Uno de mis proyectos futuros es buscarme alguna miniatura grande de este estilo y tirarme pintándola durante un mes, a ver qué sale...
ResponderEliminarMuchas gracias Jesús, es una buena idea, de los monstrencos a mi el que más me gusta es el Señor del cambio.
EliminarGran trabajo! Una de estas Minis que cuesta pintar pero que es todo un orgullo cuando la has acabado.
EliminarMuchas gracias Ismael, quitando el momento de ver una montaña de matrices y piezas, lo demás todo bien :D
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